martes, 7 de abril de 2009

Un poema anónimo.

Es posible ponerlo en un sepulcro,
es razonable ponerlo
porque al bajarlo de la cruz
vimos que estaba muerto.
Es posible correr la piedra,
llorar y hasta hacer duelo.
Pero es también posible
esperar en su palabra,
descansar en su consuelo.
Es razonable aguardar lo impensable:
resurrección de los muertos.
Y es eso tan imposible
por lo que estamos despiertos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Son muy esperanzadores tus dos últimos post. Animan a seguir adelante. Gracias