sábado, 16 de mayo de 2009

Una anécdota lingüística

Hace ya muchos años un alumno, de cuyo nombre no quiero acordarme, escribió para disculparse por una repetición: "Valga la rebuznancia". Nunca conseguí averiguar si se trataba de un guiño o de una verdadera rebuznancia; pero durante años guardé el examen como una joya.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Hablamos de décadas?

Valentín J. Ansede Alonso dijo...

Sí, cierto: décadas.

El almendro rompió en flores
y pasaron veinte inviernos,
¿puede ser el mismo almendro?

Anónimo dijo...

no, ya que está el influjo del tiempo...