miércoles, 18 de marzo de 2009

Personal

Piensan los estúpidos que si el Sol se apagase, nos iluminaría la Luna. Semejante pensamiento es aún más desconsolador si tenemos en cuenta el dictum nietzscheano de la Tierra desprendida de su Sol.


A LOS QUE COMETEN EL ERROR DE LEER LIBROS Y VIDAS

EGO tiene razón: el contador sobra y no quiero convertirme en un agrimensor (o en un contable, lo que viene a ser lo mismo). Lo eliminaré en cuanto pueda, pues nadie es un número y El Eterno se disgustó con Saúl por el asunto del censo. No numeraré a nadie, no clasificaré. Shalom.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

EGO

Ahora entiendo qué es un "agrimensor": lo habías utilizado en algunas ocasiones pero
- ¡maldita torpeza!- no lograba penetrar en su significado.
Me alegra que seas una persona de palabra y no un agrimensor.

En cuanto a mis últimas lecturas, como te comenté, he vuelto a los orígenes releyendo a San Juan de la Cruz y deteniéndome en su Llama de amor viva (que tiernamente hiere mi alma). Después, Cantos a Rosa.

Seguiré, de momento, en esta línea. Quizás conozca a Dora y Helene Berr en otro momento.

Querido amigo. Shalom.

Anónimo dijo...

EGO

Bien pudiera ser que tu evocación a nostalgias y orígenes sea la que me ha llevado a la relectura de palabras olvidadas.
Te agradezco mi regreso.
De la mano de Juan Ramón espero la primavera (ahora que el otoño y el invierno se empeñan en pasear por mi alma) con cierta tristeza pero también con esperanza.
No sé cómo serán tus horas, aunque deseo que el parón sea creativo. Te recuerdo que Juan Ramón sigue vivo aquí y ahora. Sencillez.
Shalom.
* Sé que me descuelgo de tus últimas propuestas y pierdo el ritmo de otros amigos del blogg. Llegará la hora de Modiano. Después de la primavera.